Desgaste de la superficie, producido por rayado continuo, usualmente debido a la presencia de materiales extraños, o partículas metálicas en el lubricante.
Esto puede también causar la rotura o resquebrajamiento del material (como en las superficies de los dientes de los engranajes). También la falta de una adecuada lubricación puede dar como resultado la abrasión.