Introducción
Reparar los sensores es una tarea rápida y sencilla. Los instrumentos del
tablero de mandos y los testigos son los que proporcionan la primera indicación
de que existen problemas en alguna parte del vehículo.
Muchos instrumentos del tablero están controlados por sensores o unidades
transmisoras, un dispositivo eléctrico que controla parte del rendimiento del
vehículo, como el nivel de combustible, la temperatura del motor o la presión
del aceite.
Si un instrumento o un testigo fallan, con frecuencia la causa radica en el
sensor. Afortunadamente, comprobar la unidad constituye una tarea fácil.
Comprobar el sensor de temperatura del agua
El sensor de la temperatura del agua está montado en el bloque del motor y se
halla conectado al indicador de temperatura o al testigo en el tablero.
Tipos de sensor de temperatura
Existen dos tipos principales de sensores de temperatura
El térmico
La unidad indicadora térmica consiste en una resistencia eléctrica cuyo valor
varía con la temperatura. A medida que esta aumenta, el suministro de 12 voltios
que pasa al indicador o testigo en el tablero varía.
El semiconductor
El tipo semiconductor consiste en un disco de aluminio con un muelle
encerrado en una carcasa de cobre. A medida que aumenta la temperatura del agua,
el calor pasa a través del disco de aluminio y el muelle creando una corriente
eléctrica que se transmite al indicador o testigo.
Buscaremos el sensor en las proximidades del borde superior del motor.
Comprobando el sensor
Para comprobar la unidad retiramos el cable de conexión del sensor. Haremos
contacto con el cable en un buen punto de masa, pediremos a alguien que accione
el interruptor de encendido y observaremos el indicador o el testigo
cuidadosamente. No se ha de accionar el encendido más de unos segundos, ya que
de otra forma se puede dañar el indicador o fundir el fusible.
Si el indicador gira por completo o el testigo se enciende, significa que
éstos funcionan y que la avería se halla en la unidad sensora, por lo que debe
ser cambiada. La desenroscaremos usando una llave pero hay que recordar que la
carcasa exterior es de cobre, luego si aplicamos demasiada fuerza hay que
intentar no dañarla. Cuando esté fuera el conjunto, puede que se escape algo de
anticongelante, pero no hay que preocuparse, esta cantidad se puede reemplazar
más tarde.
Volver a montar
Atornillaremos de nuevo el conjunto en su posición, y luego conectaremos otra
vez el cable en la parte superior del sensor. Asegurándonos del correcto
funcionamiento del sensor arrancando el motor durante unos minutos y observando
el indicador.
Si el indicador o el testigo no funcionan, lo primero que hay que comprobar
es el estabilizador de voltaje. Si funciona bien verificamos el cableado y luego
el indicador o el testigo.
Comprobar el sensor de presión del aceite
Sensor normal
El sensor de presión del aceite está montado sobre el bloque motor o en la
alimentación de la bomba de aceite. Este componente está conectado a un testigo
localizado en el tablero. En algunos vehículos, el sensor también tiene un cable
o tubo adicional conectado a un indicador de presión de aceite.
La unidad sensora consiste en un interruptor sensible a la presión con dos
contactos. Con el interruptor de encendido accionado, los contactos permanecen
cerrados y el testigo se ilumina. Pero cuando el motor está en marcha, la fuerza
de la presión del aceite hace que los contactos se abran, con lo que se
interrumpe el circuito y la bombilla se apaga.
Si la bombilla no se enciende cuando accionamos el encendido hay que
comprobar que no esté fundida, pero si está en buenas condiciones, verificaremos
a continuación el estabilizador de voltaje. Si la avería persiste comprobaremos
los cables.
Si ninguna de estas verificaciones resuelve el problema o si la luz del
testigo permanece encendida todo el tiempo, la avería puede hallarse en el
sensor. Pero primero comprobaremos que el problema no resida en otro lugar, pues
de lo contrario podría dañar el motor. Puede que realmente la presión del aceite
sea baja, en cuyo caso no debemos arrancar el motor bajo ningún concepto. La
única forma de saberlo es reemplazando el sensor por uno que sepamos que
funciona. Si la bombilla se apaga, significa que el sensor original está roto.
Si estamos bastante seguros de que la presión de aceite del vehículo es
correcta, podemos comprobar el sensor conectándolo a una lámpara de pruebas.
Fijamos un extremo de esta al sensor y el otro a una fuente de alimentación.
Accionamos el motor, aceleramos y vemos si se enciende, si no lo hace
cambiaremos el sensor.
Dicha unidad está fabricada en aluminio, un metal que se dilata rápidamente,
por lo que debemos esperar a que se enfríe el motor antes de retirar la unidad.
Comprobamos que la unidad está fijada con una arandela y luego la enroscamos
en su sitio. Conectamos de nuevo el cable y accionamos el motor para comprobar
si el testigo funciona.
Sensor con indicador
Si nuestro vehículo posee un indicador de presión de aceite, el sensor estará
fijado a la misma parte del motor que el sensor que acciona el testigo de
presión de aceite. Ambos sensores están asegurados en un conector en forma de T
o Y, que además están enroscados en la parte superior o lateral del bloque del
motor.
El más pequeño de los dos sensores acciona el testigo del aceite.
El más grande de los dos sensores que accionan el indicador de presión de
aceite puede ser de dos tipos. Algunos vehículos poseen un indicador mecánico
que funciona al forzar el aceite su paso a través de un tubo de metal colocado
entre sensor e indicador. Si el indicador mecánico falla no habrá más remedio
que colocar una unidad de recambio.
Muchos vehículos poseen un sensor electrónico. Si este es el caso del nuestro
y el indicador falla en su funcionamiento, lo comprobaremos retirando la
conexión eléctrica de la parte superior del sensor. Presionamos el cable contra
una masa adecuada, accionamos el interruptor del encendido y observamos el
indicador. Si el indicador gira por completo, el sensor está averiado y hay que
cambiarlo.
Si el indicador no funciona, procederemos como si de un sensor normal se
tratase y si aún así no se soluciona el problema debemos cambiar la unidad
entera.
Sistema de aviso de líquido de frenos
En los vehículos con doble circuito de frenos, por lo general, existe un
sistema especialmente diseñado que advierte al conductor de una pérdida de
fluido hidráulico en el sistema de frenos. Éste consiste en un interruptor
accionado por una boya que forma parte de la tapa del depósito del fluido. El
sistema está unido a un testigo en el tablero que se enciende si el fluido baja
por debajo de un determinado nivel.
Localización
Normalmente, el depósito del fluido está localizado en la mampara del
compartimento motor.
Comprobación y reparación
Para comprobar la bombilla, presionaremos el interruptor de pruebas
localizado junto al testigo en el tablero. Si la luz no se enciende, usaremos un
comprobador de circuitos para verificar la bombilla, el interruptor y la fuente
de alimentación al interruptor. Si la bombilla permanece encendida puede que la
boya se haya atascado. Primero, intentaremos liberar presionando el botón con un
dedo. Si esta operación no da resultado tendremos que retirar la tapa del
depósito. Sostendremos la misma contra el motor y haremos que alguien nos
accione el encendido y miraremos si el testigo se enciende y se apaga a media
que se mueve la boya.
Si parece que el sistema funciona bien, colocamos de nuevo la tapa del
depósito y volveremos a conectar los cables.
Si no podemos liberar la boya, debemos sustituir el juego entero. Simplemente
enroscaremos la tapa del depósito con el nuevo fijado en su sitio y conectaremos
de nuevo el cable del testigo en la tapa.
Sensores de las pastillas de freno
Muchas pastillas de freno disponen de sensores conectados a un testigo
situado en el tablero. El sensor consiste en una serie de contactos metálicos
enterrados en cada pastilla. Cuando la pastilla está desgastada los contactos
quedan al descubierto y se ponen en contacto con los discos del automóvil. Esto
completa el circuito y enciende la bombilla del testigo. Si algo no funciona en
el circuito, no lo sabremos hasta que advirtamos que las pastillas se han
desgastado sin que el indicador nos avise de ello. Por tanto, es conveniente
asegurarse de que el sistema está funcionando de forma correcta mediante
comprobaciones periódicas.
Para comprobar si los sensores están funcionando correctamente, localizaremos
el cable que sale de cada una de las pastillas. En muchos vehículos, tendremos
que elevarlo y retirar la rueda para acceder a los cables.
Comprobaremos que los cables no están gastados; ocasionalmente, estos pueden
quedar atrapados entre el disco y la pastilla de freno y partirse. Si algún
cable se hubiese roto, habrá que unirlos de nuevo y cubriremos la reparación con
cinta aislante.
Para comprobar esta unidad, desconectaremos los cables que van al testigo y
les haremos contacto. En algunos vehículos deberemos seguir los cables hasta sus
conexiones localizadas bajo el paso de rueda. Desenchufaremos y conectaremos los
dos terminales con un puente.
Necesitaremos la ayuda de alguien que accione el interruptor de encendido
para comprobar si el testigo de desgaste de las pastillas funciona.
Si no es así, tendremos que comprobar el testigo y los cables.
Comprobar aforador combustible
El indicador de combustible está conectado a un sensor eléctrico, accionado
por una boya, que se halla situado en el depósito de combustible. A medida que
la boya asciende o desciende una corriente eléctrica variable pasa al indicador,
que no es más que un medidor eléctrico cuya lectura varía con la corriente.
Muchos indicadores también tienen un testigo de reserva de combustible que
advierten al conductor de que el nivel ha descendido hasta un determinado
límite. El testigo constituye parte integral del indicador, por lo que si falla
deberemos colocar un nuevo indicador.
Si el indicador falla o proporciona una falsa lectura, o el testigo no se
enciende, comprobaremos las conexiones eléctricas a la unidad sensora.
Esta unidad está montada en la parte posterior de una placa circular
localizada al lado o en la parte superior del depósito de combustible.
En algunos vehículos podremos acceder al aforador retirando la moqueta o la
alfombrilla del maletero; en otros es posible que debamos extraer el depósito.
Primero, desconectamos el cable del indicador de combustible del aforador y
colocamos su extremo desnudo en un área de metal limpio en el chasis o en la
carrocería. Elegiremos un lugar separado del depósito de combustible en
precaución de que puedan saltar chispas.
En el caso de que hubiese más de un cable, tendremos que consultar el esquema
del circuito del vehículo para determinar la función de cada uno de ellos, a
menos que advirtamos que uno es claramente un cable de masa.
Si hubiese tres cables, uno corresponderá al testigo de reserva de
combustible.
Tendremos que pedir a alguien que accione el interruptor del encendido y
observaremos el indicador de combustible. Si la aguja no se mueve, comprobamos
el estabilizador de voltaje. Si esto no produce resultados, comprobaremos
también la instalación eléctrica y luego el propio indicador. Si aún así el
sistema falla, extraeremos el aforador y lo comprobaremos.
Normalmente, esta unidad está sujeta al depósito por una serie de tornillos
alrededor del borde exterior.
Antes de comenzar el trabajo, desconectaremos el cable de masa de la batería
como medida de precaución y, por supuesto, evitaremos que nadie fume en las
proximidades de la zona de trabajo.
Si un conducto de combustible está situado cerca de la parte superior del
aforador, primero lo retiraremos.
Es posible que también debamos retirar un segundo tubo, diseñado para llevar
el exceso de combustible desde el carburador. Estos tubos suelen ser del tipo a
presión, pero también pueden ser de acero y para extraerlos tenemos que usar una
llave. Con el fin de evitar que se derrame el combustible, bloquearemos el
extremo de cada tubo con un lápiz.
A continuación extraeremos los tornillos que sostienen la unidad. Si es del
tipo de bayoneta, retiramos el clip de retención de acero con un destornillado o
un trozo de madera.
A continuación, sacaremos el aforador y la junta cuidadosamente, ya que es
posible que debamos usarla de nuevo.
Puede que el problema resida en que el brazo de la boya se haya desconectado
o esté atascado. Si es así, nos aseguraremos de que está firmemente unido a la
parte inferior de la unidad y de que el brazo se mueve libremente arriba y
abajo. Luego colocamos la unidad, conectamos de nuevo los cables, el tubo de
combustible y el cable de masa de la batería, y probaremos si el aforador
funciona.
Si la unidad está averiada o somos incapaces de repararla tendremos que
cambiarla.