Introducción
La seguridad en un vehículo es un punto tan determinante como el
motor. A la hora de controlar el vehículo tenemos un punto clave que
son los frenos. Mediante los discos de freno
podemos hacer que el vehículo se detenga ante cualquier imprevisto o
simplemente para controlar la velocidad, pero eso no lo hace solo,
sobre ellos actúan los ferodos que son los que detienen el movimiento
giratorio de las ruedas.
Tipos
El material que los compone es ferodo, el cual puede estar combinado
con cristales metálicos o amianto, pero esto no es bueno, ya que el
verdadero rendimiento se consigue al no tener este tipo de elementos
que disminuyan la fricción.
Con sensores
Hoy en día la mayoría de los vehículos ya incorporan un sistema
mediante el cual el ferodo se conecta al vehículo y un testigo en el
panel de control de éste nos indica cuando el desgaste ya recomienda
cambiarlos. Lo hace mediante un contacto que al tocar el disco se
activa y salta la alarma.
Funcionamiento
Los ferodos están anclados a los ejes de las ruedas de forma que
permanecen estáticos. En cada rueda hay dos que están a ambos lados del
disco de freno. Al accionar el pedal del freno se genera una presión
sobre el sistema que hace que la pinza que los soporta se cierre sobre
el disco que gira con la rueda, y al estar los ferodos fijos al chasis
ejercen una resistencia sobre las ruedas que pueden llegar a detener el
vehículo.